5.8.14

Ansiedad.




No se no ser madre.
Cuando te pasas el año entero con el corre corre de crías y rutina y de repente en verano se van de tu lado por más de un mes... pierdo la noción... me subo por las paredes, la ansiedad me come, me bloqueo.
No se llegar a casa y no tener obligaciones inmediatas. Dejo de cocinar, la más mínima tarea me supone un mundo, no se gestionar ese tiempo libre.
Vegetar, comer cualquier cosa de la nevera con pan. Poner un programa de gemelos constructores americanos, mando en mano, polo de limón, luego vaso de leche con Nesquik en cantidades industriales.. miles de pensamientos inundando mi cabeza.
Que malo es tener tiempo para darle vueltas al coco.
Hay algo interno que tira de mí hacia abajo y no me deja ponerme activa.
Mi pueblo en estas fechas está a rebosar de turisteo y no tengo ganas ningunas de forzarme a dar un paseo lleno de obstáculos humanos, obstáculos que pasean en familia...
Ellas a ratos me wasapean mensajitos llenos de iconos, audios contándome sus anécdotas del día, vídeos mostrándome su coreografía aserejé, fotos de los daños en rodilla producidos por la última caída en la piscina de la abuela paterna. 
Me las comería de un bocao.
Que guerra me dan y cuanto las echo de menos.
Pero mucho muchísimo.
♥♥♥


15.7.14

Cada maestrillo...



¿Y por qué tengo yo que dar explicaciones de mi modo de ser o actuar?
¿Por qué esa sensación de sentirme juzgada al mirar esos ojos?
Ni un comentario al respecto, pero lo huelo.
Prejuicios, dichosos prejuicios.
Una mujer que hace lo que quiere... debería arder en la hoguera.

Quizá te descoloque. Puede que no sea lo habitual. 
¿Y qué?
Eso es asunto mío. Y si considero que no es un problema hoy por hoy, pues no lo es.

Voy de cara, ¿sabes?
No tengo que inventarme una excusa barata para hacer esto o lo otro.
Lo digo y lo hago. 
Así es.
Así funciona esa norma no escrita entre ambos.

No hay mentiras. 
Hay comunicación.
Hay un modo alternativo de llevar las cosas que funciona.
Hay una libertad y espacio personal muy necesario en esta etapa que vivo.
Y me vale.
Me da libertad de movimiento si me apetece. Y no pasa nada, todo está bien.

Y al regreso saltan chispas. De las que gustan.


Vive. Vive como quieras. Disfruta de todo lo que se te ofrece.
Respeta y no juzgues como vivan los demás. 
Yo lo hago y me va bien.
Un beso.


14.5.14

40 bolsas en 40 días

... o cómo liberarte de trastos físicos y mentales.


Me gusta cotillear internet. No paro de hacerlo. Y cuando me topo con un tema que me remueve, sea cual sea su índole, me obceco.

40 bolsas en 40 días.

Un título sencillo, sugerente, con su punto de intriga. ¿De qué va?
Me entero a través del blog de una mami americana con cuatro criaturitas.
Es un reto que consiste en poner orden en tu casa (y por ende en tu vida).

Día 1, coges una bolsa, no importa el tamaño, vas a un rincón de tu casa y te enzarzas con él.
Puede ser un armario, el cajón desastre bajo el televisor, el estante de las especias, el armarito del baño, el cajón de las medicinas... tantos y tantos rincones por explorar. La idea es tirar/reciclar/donar/regalar/vender todo lo que te sobra/no usas/está caducado/no vale/no te gusta/...
Día 2, otro rincón... y así sucesivamente.

No hay que agobiarse queriéndolo hacer todo en una jornada, sino ir dedicando pequeños ratos (15 minutos por ejemplo) diarios para que no tiremos la toalla a la mínima de cambio.

Es impresionante lo que podemos llegar a acumular en una casa.
Llevo cosa de un mes en esta tarea. Me siento genial, liberada, con más energía. No lo hago los 7 días de la semana pero lo intento. Llevo una libreta donde apunto cada día la zona a la que dedico atención y el destino de la bolsa recogida. Es un inventario de bolsas que te va dando fuerza. Rincones que tenía abandonados, pereza y hastío que me impedían ponerme con ellos. Montaña de papeleo por archivar o lanzar al contenedor de reciclaje. Ropa que no se usa pero que ahí seguía. Colección de botecitos de gel de los hoteles visitados (¿para qué?). Neceseres llenos de maquillajes guardados desde la adolescencia. Especias que caducaron antes de que naciera mi Bollito. Manuales de instrucciones de aparatos eléctricos que ni siquiera están ya en casa. Cúmulo de bolsas de plástico o papel de tiendas varias. Restos de medicinas que ya cumplieron su función. Juguetes de bebé a los que ellas ya no hacen caso. Comida que se metió en el congelador o en la despensa ni se sabe cuándo.
La lista es interminable.

Me crezco. Veo que SI puedo con lo que me parecía misión imposible hace un tiempo. Miro a mi alrededor y va quedando sólo lo que me gusta o realmente necesito. Me libero de paja. Armarios más despejados y ordenados. Cada cosa en el sitio que corresponde. Lo que no se usa... FUERA!!
Hacer más me hace sentir con más energía. Es curioso. Me acuesto agotada, sintiendo que cada minuto ha sido aprovechado. Y me duermo en segundos con ese atisbo de sonrisa triunfadora.

He podido conmigo misma.
Plas, plas, plas.



6.2.14

Corre Forrest, corre!

Y un día de esos tontos, que al mismo tiempo desea ser diferente, tu y tu tupper calentado en el microondas y digerido frente a la pantalla del ordenador, entre un sinfín de papeles desperdigados por tu mesa que le dan protagonismo absoluto al dichoso 347 anual.
En ese rato de comer y olisquear un poco internet, te topas con un blog, uno de una chica que decide dar un pequeño giro a su vida poniéndose unas zapatillas y saliendo a la calle.



Me gusta la idea. ¿Por qué no? Las crías llevan un par de tardes yendo con una vecina y su hija, mientras yo aprovecho para adelantar tareas en casa.
¿Por qué no? Sólo necesito calzármelas y estirarme yo misma de la oreja.
Venga. VA.
Wasapeo a la susodicha. Perfecto. Quedamos.
Dos mamis. Tres niñas. Una niebla de la leche. Cinco ritmos diferentes. Se agradece la niebla porque hace que el paseo ande despejado del gentío habitual.
Mi guerrera mayor ya va un kilómetro por delante. El nervio le puede.
Ando ligero, troto, sigo, aguanto bien. Vuelvo a andar, vuelvo a trotar. Dicen que la clave es no querer darlo todo desde el minuto cero. Sino corriendo "despacio", que tu cuerpo vaya adaptándose al ritmo con suavidad, para ir metiéndole intensidad según te vayas viendo capaz.


Con la tontería nos hemos hecho 4,5 km. Pues no está mal para ser mi primer día, oiga!
Me crezco. Me siento very important.
En una de estas yo también llegaré hasta la cruz. A ver si te crees que vas a ser el único guay aquí.

Va por ti.

3.2.14

Del invierno.

Tres de febrero.
Lunes de esos de frío en las entrañas aun con calefacción y batamanta.
Porque el frío ya no es que venga de fuera, es que lo emanas tú y no hay manera de aplacarlo.
Frío de invierno y bajo la piel.





19.1.14

Nubarrones.

Apatía.
Quiero avanzar. Esto me frena. Me siento estancada.

No tira, no tira. No tira...
Date cuenta. No tira.
No hay más.
Puedes seguir prolongando tu propia agonía o puedes dejarlo estar.
Pero ya, de verdad. Definitivamente.
No des más rodeos, no veas opciones donde sabes que no hay más que rascar.
Hay más en alguna parte. Tiene que haber más.
Cuando empiezas a ponerte peros.. vamos mal.
No tira. Lo sabes, desde siempre.
Pero cabezota tu, como la que más, te empeñas en quemar una bengala tras otra.
Esperando el milagro. O no. Plena conciencia de lo que podría dar de si.
Pava.
Siempre has sabido el resultado.
Tu testarudez es lo único que te mueve.

8.1.14

2013 ... 2014



Propósitos cumplidos

  • Haber visitado (por fin!!) Londres, después de toda una vida anhelando ese viaje.
  • Subir a unos patines y desplazarme, aunque sea estilo pato acojonao, con ellos.
  • Aprender a tejer. Fundas para el móvil, bufandas, cuellos de lana... Para familia y amig@s, hasta el punto de haber ganado unos dineritos con su venta. Que importante me siento! :P (con el añadido de que mi guerrera mayor también ha hecho sus pinitos con las agujas laneras)
  • Ir al gimnasio. Aunque sólo hayan sido unos meses, hablando de mí, ya es todo un mérito.
  • Llevar a mis hijas de vacaciones a Madrid. Que aquí la menda conoció la capital a los 35...
  • Que los Reyes se abastezcan de la artesanía y el pequeño comercio. Que tienen un mérito innegable.
  • Que la nevera se surta también de frutas y verduras del mercadillo del pueblo, género que viene de agricultores vecinos que huelen a comida saludable, evitando esos plásticos con forma de comestibles que acostumbran a vender las grandes superficies.


Pequeños logros imprevistos

  • Hacer magdalenas perfectas, con su copete y su mogolloncito de azúcar!! Tan ricas y perfectamente colocadas en una de esas cajas metálicas que me encanta coleccionar.
  • Hacer galletas! menos perfectas, mejorables, pero oiga! que estoy empezando!! no pongamos pegas!!
        (Ese surtido de moldes, báscula de cocina e ingredientes que me regalé serán mi perdición)

 
Propósitos para el año que comienza...

  • Aprender a usar una máquina de coser para hacer pequeñas manualidades como cojines con telas recicladas y cosas por el estilo (si mi madre me leyera...)
  • Viajar, no dejar de hacerlo. París en el punto de mira. Algún otro viaje con niñas. Viajar, viajar... Quien tuviera euros de sobra para no dejar de recorrer mundo.
  • No arrinconar los patines... prometo usarlos un día de estos. Y aprender como está mandao. En el maletero están... para no tener la excusa de que no los llevo encima.
  • Ahorrar. Porque sin dinero no hay viajes, ni se pueden cumplir pequeñas metas, si requieren un mínimo de inversión. Meter un fijo mensual en la cuenta de ahorro y ver como poco a poco va creciendo.
  • Darle forma a la habitación del ordenador. Que ya va cogiendo color, pero va lenta. Dejar de llamarle la habitación del ordenador. Fuera ordenador. Las niñas crecen y ya va tocando separarlas y que tengan su espacio propio. 
  • Aprender cosas nuevas, aprender, aprender!!
  • Quitarme lastres.
  • Seguir creciendo.